Yacimiento arqueológico de Kernavė

La reserva cultural de Kernavė está formada por la propia ciudad de Kernavė, junto con un singular complejo de imponentes castros, asentamientos no fortificados, lugares de enterramiento y otros monumentos históricos y culturales de la antigua capital del ducado de Lituania. Es por ello que en su día algunos arqueólogos la denominaron la Troya de Lituania.

Yacimiento arqueológico de Kernavé
Yacimiento arqueológico de Kernavé

Historia de Kernavé

Kernavė es una pequeña ciudad situada en la margen derecha del río Neris, a 35 km de Vilnius. En el siglo XIII fue uno de los asentamientos más importantes del territorio. El valle de Pajauta era un lugar estratégico para la comunicación fluvial y sobre sus cinco pequeñas colinas se construyeron pequeños recintos fortificados.

La primera mención escrita de Kernavé proviene de 1279, mencionada en las crónicas de Herman Wartberg y Livonia, cuando, convertida en la capital del gran duque Traidenis. Fue desde aquí que, tras el asesinato del rey Mindaugas, Traidenis unió las tierras bálticas y gobernó Lituania.

 A finales del siglo XIII vivían en Kernavė representantes de la clase mercantil, como lo demuestran las anotaciones en el Libro de Deudas de Riga. Los fuertes sobre las colinas eran parte  del cinturón defensivo de la ciudad, que se expandía a los pies de estos.

Asediada por los Caballeros Teutónicos, en 1390, los caballeros quemaron la ciudad -aunque otra versión cuenta que fueron los propios habitantes quienes prefirieron ser ellos quienes la diesen fuego- y sus edificios en el valle de Pajauta, incluyendo el castillo. El asentamiento fue perdiendo importancia y la población se dispersó hacia Trakai, pero el recuerdo de la resistencia contra los teutones quedó siempre en el recuerdo.

A mediados del siglo XIX, un escritor del romanticismo centroeuropeo, Feliks Bernatowicz, centró la trama de su novela «Pojata, córka Lizdejki» («Pajauta, la hija de Lizdeika» en la zona de Kernavé,

Las excavaciones arqueológicas de la ciudad y los cementerios de Kernavė en la época medieval han permitido estudiar el contexto histórico europeo de la cristianización. Por ejemplo, aunque conservaba una cosmovisión propia y ajena a la corriente de evangelización muchos ritos se empezaban a mezclar con la tradición cultural cristiana.

La Reserva Cultural Estatal de Kernavė se creó en 1989 para no solo custodiar el yacimiento de la antigua capital pagana, si no para recuperar el pasado desde la prehistoria. En 2004, el yacimiento arqueológico de Kernavė fue designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, englobando casi doscientas hectáreas.

El criterio por el que UNESCO otorgó el título de Patrimonio de la Humanidad fue que permite estudiar la evolución de los asentamientos humanos en la región del Báltico durante un período de unos diez milenios, desde las tradiciones funerarias panteístas hasta la llegada del Cristianismo. Del mismo modo los impresionantes castros de las colinas son ejemplos de gran importancia de este tipo de estructuras en la era precristiana.

Tras la independencia de Lituania Kernavė se ha convertido es un símbolo de estado, la capital de la Lituania pagana, sobre la cual existen muchas leyendas e historias.

Qué ver en Kernavé

La serie de castros que conforman el punto focal de la reserva son especialmente sorprendentes y ofrecen algunas buenas pequeñas caminatas, así como impresionantes vistas del campo circundante. Estos fuertes datan del siglo XIII, cuando la ciudad era un importante centro feudal para artesanos y comerciantes, quienes requerían protección.

En la entrada del recinto está la iglesia moderna del siglo XX, y poco después los cimientos de una iglesia de madera de 1739. Se conserva una capilla de madera octogonal, del siglo XIII, que fue traída a Kernavé desde otro lugar. También otra capilla del siglo XIX.

Actualmente sólo se ha excavado alrededor del 2% del área de la reserva, con el hallazgo de más de 20.000 objetos, algunos de los cuales se exponen en el museo.

En el centro de la ciudad, en la colina de Aukuras, se encontraba el castillo del duque, protegido por un sistema defensivo de cuatro montículos. En el valle de Pajauta y en las terrazas superiores se extendían calles y barrios de comerciantes y artesanos.

Museo de Kernavé

En la entrada al yacimiento está el edificio del museo. Exhibe numerosos artefactos que se han hallados en las excavaciones del yacimiento. Las condiciones de subsuelo de turba fruto de aluviones del río, han permitido que tanto restos de enterramientos, ajuares, objetos del día a día o armas, se hayan conservado en condiciones excepcionales, algo que brinda la oportunidad de conocer la vida cotidiana de Kernavé desde finales del Paleolítico, sobre el IX milenio a.C, hasta su destrucción en la Edad Media.

Cada año durante el mes de julio se organizan las jornadas de «Arqueología en Vivo», cuando el viejo Kernavė cobra vida con recreaciones de comidas, juegos y espectáculos de combate históricos.

Durante estos días se recuperan los viejos oficios de los zapateros, alfareros, vidrieros, joyeros, herreros, peleteros, o apicultores, que exponen su trabajo y venden productos al estilo de una feria medieval.

Alrededores de Kernavé

En la carretera a Kernavė, después de girar a la izquierda en la ciudad de Dūkštai, un camino forestal conduce a la zona de los túmulos de Karmazinai. Se contabilizan alrededor de 130 túmulos en esa zona; tres de ellos fueron reconstruidos tras las excavaciones arqueológicas realizadas allí.

Después de haber subido una montaña por la carretera más allá de Dūkštai, se encontrará en el bosque de robles más grande de Lituania, en cuyo borde hay una roca con runas.

En la confluencia de los ríos Dūkšta y Neris, desviándonos un poco de la carretera en dirección a Vievis, se encuentra el castro de Karmazinai con una hermosa vista del valle de Neris, donde antiguamente había un lugar de culto pagano.

Dónde está Kernavé – Cómo llegar

A menos de una hora en coche desde la capital, Vilna, el sitio es fácilmente accesible y está ubicado en medio de exuberantes campos y bosques verdes.

Se puede llegar en coche – la forma más cómoda-. Si viene desde el centro de Vilna, vaya hacia la urbanización Pilaitė, luego siga por la calle Pilaitė hasta el final y gire a la derecha siguiendo las indicaciones. Otra posibilidad para llegar a Kernavė desde Vilnius es tomar las autopistas A1 o A2 y luego la 108 o 116.

En autobús se alcanza Kernavé desde la estación de autobuses (calle Sodų 22, tel. 1661), andenes 10 u 11. Los autobuses a Kernavė circulan unas 6 veces al día, con un intervalo de aproximadamente 30 minutos – 1,5 horas. Los horarios están disponibles en la web www.autobusustotis.lt

Tours organizados

Hay excursiones que permiten acercarse al yacimiento y recorrerlo.

 

Joninės – Solsticio de Verano en Kernavé

En Lituania la noche del solsticio es una fecha señalada en el calendario. Sus habitantes continuamente recuerdan que fueron el último país pagana de Europa, retrasando la cristianización y sobre todo manteniendo viva su cultura de rituales y folclore.

La noche más corta del año, es decir el solsticio de verano se conoce como Joninės y Kernavé es sin duda el lugar más popular para celebrarlo. Mucha gente acude para rodear las enormes hogueras, saltando sobre el fuego para tener buena suerte, cantando canciones antiguas, tejiendo coronas de flores e incluso yendo en busca de la mítica -pero inexistente-flor de helecho.