Bienvenidos a Lituania…..
Al abrigo de la triada de las tres repúblicas bálticas que se escindieron de la Unión Soviética, Lituania y sus hermanas Letonia y Estonia forman un destino muy apetecible para los que ansían descubrir nuevos rincones de la vieja Europa. Lituania abre sus puertas al viajero que busca un turismo relajado, disfrutando de la naturaleza y de los encantos de Vilnius (Vilna en español), una capital que se sube a la modernidad desde el arraigo por las tradiciones.
Lituania hospitalaria
La bien presente herencia báltica, con su pasado comercial de la Liga Hanseática, permitió desarrollar durante la Edad Media un fluido contacto que iba desde Rusia hasta Londres.
La inclusión de Lituania en la Comunidad Económica Europea y en el tratado de libre circulación Schengen abrió las puertas al crecimiento económico con el Euro como moneda, y en especial al turismo, un cimiento cada vez más importante, pero aún con muchas posibilidades.
Gracias a las conexiones de vuelos baratos que se han trenzado desde España y desde numerosos puntos del resto de Europa, Lituania es muy accesible, ofreciendo una oportunidad de visitar en una escapada la preciosa Vilnius, o dedicar un par de semanas a conocer a fondo el país y las vecinas Estonia y Letonia.
Hospitalarios con los viajeros, y más aún con los españoles y latinoamericanos, los lituanos conectan con los que llegan a conocer su país, invitándonos a participar en sus fiestas y tradiciones.
La vida cultural y la marcha nocturna de Vilnius invitan a dedicar más de un fin de semana a la ciudad, independientemente de la estación del año. El invierno crea una mágica estampa con la nieve, y la primavera y el verano con su clima más agradable hacen florecer las terrazas y restaurantes.
Qué ver en Lituania
Con unos precios asequibles, Lituania sigue creciendo como destino de vacaciones del Báltico. Lituania es un país que cuando más vas tiempo se dedica a ir conociendo, van apareciendo pequeños lugares semi desconocidos para el gran público pero que se reconvierten en meta imprescindible.
Además del centro histórico de Vilnius, la arquitectura de Kaunas merece una parada antes de continuar hacia la costa. En la franja de litoral el Istmo de Curlandia con su parque nacional no solo capta la atención de las aves migratorias, ya que es uno de los lugares más importantes por su biosfera.
Vilnius, capital de Lituania
Capital de Lituania, su encanto viene precedido por la distinción de Unesco como Patrimonio de la Humanidad. En el casco histórico de Vilnius -denominada la Roma del Este por su conjunto barroco y su gran número de iglesias- el rojo de los tejados forma una alfombra que da la bienvenida a los que llegan por avión a Lituania.
Kaunas
La antigua capital de Lituania es hoy una ciudad muy viva marcada por la figura de la Torre Redonda del castillo, por la catedral gótica, y por la iglesia neobizantina de San Miguel Arcángel, de reminiscencia rusa, lo que compone un mosaico de siglos y siglos de influencias.
Klaipeda
Hospitalaria con el viajero, la ciudad de Lituania asomada al Mar Báltico de Klaipeda conserva los trazos de su arquitectura fachwerk. En su puerto el barco Meridianas, se ha convertido en el símbolo de la ciudad, que también presume de ser la sede de uno de los mejores festivales de jazz de Europa.
Trakai la “ciudad sobre el agua”
Enclavado en le lago Galve, el castillo de Trakai podría ser el escenario idílico de un cuento de hadas. Los tejados en punta de la fortaleza medieval se espigan por encima de los bosques de su entorno, contrastando con su color rojo, el azul del lago. Es a menudo la «postal» de Lituania.
Naturaleza de Lituania
Su paisaje está definido por los bosques, lagos y ríos que suponen un tercio de la extensión de Lituania. La comunión con la naturaleza hace que en Lituania podamos disfrutar del deporte, navegando en kayak por el río Niemen (en lituano, Nemunas), recorrer bosques en trineo de nieve, realizar rutas de trekking por los parques naturales de Aukštaitija o Gražutės, y disfrutar de Vilnius desde lo alto del cielo subidos en un globo aerostático.
El Istmo de Curlandia (en lituano, Kuršių nerija) es otro espacio premiado por Unesco. La estrecha barrera de tierra que separa el mar Báltico de los humedales es el hogar de un hábitat rico de aves y flora. En el istmo encontramos dunas de gran tamaño, siendo la duna de Parnidis la más famosa (pero no la más alta) Curlandia.
Las casas de colores proporcionan el tono pictórico, recordando las de otros lugares como Aveiro en Portugal o …en Noruega. Este tipo de arquitectura se formó cuando el fenómeno balneario estival se instauró en Lituania. Las veletas de madera que adornan sus techo con alegorías animales se utilizaban como elemento supersticioso para proteger las moradas.
Lituania, un destino peculiar
Sorprende la personalidad de la arquitectura, de la cultura, y del estilo de vida, que recuerda mucho a los países nórdicos como Suecia o Finlandia (ver nuestra página web sobre el país escandinavo), pero con guiños de la vecina Polonia, y con un aire que solo tienen los países que miran al mar.
De hecho, es en el mar donde encontramos uno de los mayores tesoros, no solo nacional, si no mundial, su yacimiento de ámbar. La conocida bahía del ámbar de la costa lituana posee la mayor concentración conocida del mundo, lo que sitúa a Lituania como el mayor exportador. El Museo y Galería del Ámbar de Nida, al sur de Curonia nos acercan a la historia de su descubrimiento a mediados del siglo XIX, y la artesanía popular que encontraremos en cualquier tienda del país.
Otra de las peculiaridades de Lituania es la República de Uzupis, un autodenominado país independiente en un barrio de Vilnius, ocupado por un «ejército» de artistas que tienen sus propias leyes y una constitución de lo más divertida.
La Colina de las Cruces es uno de los lugares más visitados de Lituania, convertido en un monumento ceremonial, esta montaña de más de diez mil cruces refleja la pugna religiosa durante siglos de católicos, y posteriormente como símbolo de la resistencia frente a los crímenes nazis y al comunismo soviético que purgó a la disidencia lituana.
Es probable que haya leído que Lituana es pequeña y basten apenas unos días para conocerla para continuar con cierta prisa el viaje por las otras dos repúblicas bálticas. Sin embargo las opciones de turismo que podemos encontrar nos convencerán de que merece la pena dedicar al menos una semana o regresar para conocer destinos, pueblos, parajes naturales y rincones poco conocidos que convierten a Lituania en uno de esos tesoros que merece la pena disfrutar con calma.
Lituania es mucho más, en nuestra guía encontrarás información de turismo de Lituania, pero si tienes dudas nos puedes escribir para preparar tu viaje.
Viajes a Lituania
Lituania merece mucho la pena, por eso el viajero debería considerar un viaje en exclusiva solo al país, que tiene muchas opciones de naturaleza, historia, arquitectura o deporte. Tanto si desea un fly and drive (alquiler de coche y alojamiento), circuito organizado con guía (con salidas garantizadas en grupo y guía en español) o combinado con Letonia, Estonia o incluso Finlandia, puede escribirnos. Después de viajar a Lituania estamos seguros de que será su mejor embajador 🙂